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¡BIENVENIDOS AL SERVICIO DE CIRUGÍA PEDIÁTRICA!
Queridos estudiantes:
Les doy una cordial bienvenida a este nuevo ciclo académico, en el que tendrán la oportunidad de adentrarse en un campo tan desafiante como gratificante: la cirugía pediátrica.
En esta rotación no solo aprenderán sobre apendicitis, hernias, invaginaciones o malformaciones congénitas. Aprenderán a ver al niño como un ser en desarrollo, frágil pero resiliente, que merece toda nuestra ciencia y toda nuestra humanidad.
Porque en cirugía pediátrica no solo operamos cuerpos pequeños… cuidamos futuros enteros.
¿Porqué operar a un niño?.
Porque cada vez que resolvemos una malformación, drenamos un absceso, reducimos una invaginación o extirpamos un tumor…
le damos más vida a la vida.
Un niño que es bien tratado podrá vivir décadas con calidad. En cirugía de adultos muchas veces ganamos años; en pediatría, ganamos infancias, juventudes y futuros.
El trato humanizado: una promesa silenciosa
Recuerden siempre que el niño no viene solo. Viene con una madre angustiada, un padre confundido, unos abuelos esperanzados.
Nuestra actitud, nuestras palabras y gestos tienen el poder de sanar incluso antes de que entremos al quirófano.
“El bisturí cura, pero la empatía también.”
– Profesor J.E. Villamizar (puedes firmarlo tú mismo)
Una declaración inolvidable
El Dr. Jay Grosfeld, referente mundial en cirugía pediátrica, dejó en la Declaración de Kioto (2001) una frase que resume lo que hacemos:
“El niño no es un adulto pequeño. Tiene enfermedades distintas, respuestas distintas y un potencial inmenso que merece todo nuestro esfuerzo.”
Esta afirmación sigue siendo el faro de nuestra especialidad. Les invito a que la hagan suya.
Una historia inspiradora: Herófilo de Calcedonia
En la antigua Alejandría, en el siglo IV a.C., un médico llamado Herófilo estudió por primera vez el cuerpo humano a través de disecciones científicas. Se interesó en el sistema nervioso, los vasos sanguíneos y el desarrollo infantil.
Cuenta la historia que salvó a un niño aquejado por una hernia inguinal estrangulada, aplicando una ligadura rudimentaria que permitió su recuperación. Aunque primitiva, fue una de las primeras intervenciones quirúrgicas documentadas en pediatría.
En un mundo sin anestesia ni antisepsia, ese acto fue más que medicina: fue valor, ciencia y compasión.
En la antigua Alejandría, en el siglo IV a.C., un médico llamado Herófilo estudió por primera vez el cuerpo humano a través de disecciones científicas. Se interesó en el sistema nervioso, los vasos sanguíneos y el desarrollo infantil.
Cuenta la historia que salvó a un niño aquejado por una hernia inguinal estrangulada, aplicando una ligadura rudimentaria que permitió su recuperación. Aunque primitiva, fue una de las primeras intervenciones quirúrgicas documentadas en pediatría.
En un mundo sin anestesia ni antisepsia, ese acto fue más que medicina: fue valor, ciencia y compasión.
Conclusión
Los invito a estudiar con rigor, a servir con humildad y a vivir con vocación esta experiencia. No todos serán cirujanos pediátricos…
Pero todos, si se lo proponen, pueden ser médicos que curan y acompañan con humanidad.
Bienvenidos a esta aventura.
ENRIQUE VILLAMIZAR